Quiero hacer cosas imposibles, maravillarte como nunca antes lo ha hecho alguien.
Quiero que mi nombre se inscriba en tu mente como la de aquella que hizo cosas quiméricas, inimaginables.
Me gustaría que me recuerdes como aquella que realizó lo que veía en sus sueños, como la mujer que por fin accedió al universo de sus fantasías.
Quiero que, mucho tiempo después, quizás cien años, puedas decir que no tuve miedo de nada ni de nadie; ni de ti acaso.
Así, cuando pueda verte de nuevo, podré decir que las barreras han caído, o que por lo menos, comenzaron a hacerlo.
Para cuando vuelva a verte, las cosas serán muy distintas, espero el día en que eso pase; lo espero ahora con una paciencia casi religiosa, con un Dios que me indica que las esperanzas son lo último que muere y, como puedes ver, aún no ha llegado el fin.
Quiero madurar, la clave es convertirme en un ser pensante y no sólo en sentimiento.
Quiero que las cosas que haga, las haga por que quiero, pero a veces tendré que hacer cosas que deba, aunque duelan mucho...
Quiero dejar de envejecer tan sola y quiero crecer, ver cosas insospechadas desde allá arriba y venírtelas luego a contar...
Quiero que las voces dentro de mi cabeza dejen de hablarme de venganza, de muerte, de esas cosas que hacen infelices a los hombres. Ya no quiero odiar a nadie.
Quiero la paz que tu me ofreces, aunque no sea de la paz que tu me ofreces. No quiero morirme sóla....
Quiero volverte a ver, quiero podertelo decir aunque no sea lo que tu quisieras escuchar, quiero volverte a tener fé.

¿Qué es lo que vos más deseas en la vida ?